Nesia
la astur
Primer capitulo: Año del señor de 380
Nesia pertenecía a
la tribu de los Fulgueros, los encargados de cuidar del monte donde habita el
dios de los Truenos, el todo poderoso Fulguero.
Ella nació esclava en la ciudad de Asturica Augusta Emérita, pero estaba a punto de recobrar su libertad y regresar cerca de la tierra de sus
antepasados. Al día siguiente contraería
matrimonio con el soldado Marco Maíllo, que
tras veinte años de servicio ha pasado a la vida civil. Como premio
por todos estos años le han dado unas tierras, muy cerca de las tierras de los antepasados de la que pronto será su esposa. También se
ha convertido al catolicismo la nueva religión, que cada día tiene más fuerza
en el Imperio Romano. Nesia como se dijo era
esclava pertenecía a la familia
de Tito Publio Casio, un rico comerciante, que vive en la ciudad, al que sirve desde
hace unos diez años. La compró
a Pompeyo el Procurador Metallorum, cuando se deshizo de todos sus
vienes al regresar a Roma, al no ser rentables las extracciones de oro, de las
hasta hace poco ricas minas de las
Medulas, las Miedolas en Omaña y demás extracciones de
tamaño más pequeño, pero no por eso menos ricas en el preciado metal. Precisamente
de uno de estos últimos lugares mágicos, en Omaña, desciende
Nesia.
Sus quehaceres diarios al servicio de su amo
son: el cuidado de la domus y en especial de la señora Oliva, a la cual le ha tomado mucho cariño en los
años que lleva con ella, ayudándole a cuidar de sus hijos, unos jovencitos
que ya colaboran con su padre en los
negocios familiares.
La señora Oliva es una cristiana que acude a los oficios religiosos todos los días, a los que se hace acompañar por la joven
esclava, lo que le valió el conocer a
Marco, que se enamoro de ella y le hizo
soñar con las tierras de sus antepasados.
Marco estuvo
formando parte de la centuria, que se
encargaba de la vigilancia y transporte del oro sacado en Omaña, para su
traslado hasta Asturica, donde al unirlo con el de las Medulas, viajaba todo
junto hasta Roma. Estos últimos años que la producción de oro era escasa había
estado luchando en la Galia defendiendo a Roma
de los invasores Germánicos. Hace más de un año que recibió la
licenciatura y al no tener a donde ir
recordó las tierras de Omaña y junto con su hermano hizo gestiones para que le
cedieran una parte de esas tierras que
tanto le habían enamorado. Pensaron en labrar el campo y sembrar centeno, nabos, lino, garbanzos, criar ganado lanar y
vacuno. Su hermano se llamaba Constantino, aún le quedaba un año para
licenciarse, pero acordaron que Marco se
adelantase y fuera preparando todo lo necesario. Él en cuanto obtuviese la
licenciatura se uniría a ellos, mejor
dicho a él, pues lo de Nesia había surgido sin pensar.
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